Según Toribio, las autoridades solo permiten la exposición de ciertas mercancías, lo que califica como un abuso de poder, ya que sus productos cumplen con los impuestos correspondientes. El empresario sostiene que existe una percepción negativa hacia él por parte del CESFronT, influenciada por intereses económicos que se oponen a cualquier competencia.
Por su parte, las autoridades del CESFronT argumentan que las restricciones en la exportación de cemento se deben a la falta de permisos adecuados por parte de los comerciantes denunciantes. Aseguran que la exportación debe realizarse por la frontera oficial de El Carrizal, en el municipio Comendador, y no por la frontera de Hato Viejo de Bánica.
Toribio ha hecho un llamado a las autoridades para que atiendan esta situación antes de que se agrave, destacando la necesidad de garantizar un comercio justo y libre en la región.