Caracas.- Nicolás Maduro asumió este viernes, por tercera vez, la presidencia de Venezuela en una ceremonia realizada en el Palacio de Miraflores, ante una multitud de seguidores y altos funcionarios del gobierno. La juramentación se produce en medio de un clima político tenso y con numerosos pronósticos en contra de su mandato.
A pesar de las críticas internas e internacionales, y las reiteradas denuncias de fraude electoral, Maduro reafirmó su compromiso con el país, asegurando que trabajará por la paz y la estabilidad de Venezuela. Durante su discurso, el mandatario dijo: "Juro por mi vida y por la paz de Venezuela, y así lo haré", demostrando su determinación de continuar su gestión, que ha sido marcada por la polarización política.
Este acto se produce después de un periodo electoral controversial, en el que la oposición denunció irregularidades y no reconoció los resultados. No obstante, Maduro mantiene su postura de que los comicios fueron legítimos y se comprometió a seguir impulsando políticas que, según él, han fortalecido la soberanía nacional.
La toma de posesión se lleva a cabo en un contexto de crisis económica y social, con altas tasas de inflación, escasez de bienes básicos y un éxodo masivo de venezolanos a otros países. Sin embargo, Maduro sigue contando con el apoyo de sectores que defienden su gobierno y sus políticas económicas, mientras que la oposición continúa en su lucha por un cambio en la administración.
Este nuevo mandato será un desafío clave para el futuro político de Venezuela, con una comunidad internacional que observa de cerca los próximos pasos del gobierno.