Según versiones, la víctima había discutido horas antes con sus asesinos, a quienes nadie identificó aparentemente por temor.
El padre de Dawalkin Valdez Figueroa, el señor Gilberto Valdez Adames, definió a su hijo como un hombre trabajador y, lleno de impotencia, pidió justicia.
Doribel Pérez, esposa del fallecido, narró que su esposo estaba trabajando cuando llegaron sus asesinos y le propinaron cuatro balazos sin mediar palabras.
Los residentes de la zona están indignados por el caso y piden a las autoridades más vigilancia policial, ya que la delincuencia está arropando esa zona de Elías Piña.