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Yohanny Lorenzo, comunicadora |
Diversos analistas han afirmado que la abstención puede ser una señal de protesta silenciosa contra el sistema político y sus prácticas. Los ciudadanos, cansados de promesas incumplidas, más de lo mismo con diferente color y caras, nepotismo, acusaciones de corrupción, una percepción de mal manejo de los fondos del erario y falta de transparencia, podrían haber decidido expresar su insatisfacción a través de la no participación.
Fuerza del Pueblo y el PLD, las otras dos grandes fuerzas en contienda, que apostaban a una segunda vuelta para materializar la alianza a nivel presidencial junto al PRD, no lograron movilizar a sus bases de manera efectiva, lo que también contribuyó a la elevada abstención. Ambos partidos enfrentaron desafíos significativos en términos de comunicación, organización y logística, lo que se reflejó en su rendimiento en las urnas.
La victoria del PRM, a pesar del descontento generalizado, plantea una serie de retos para su nueva gestión. Deberá trabajar arduamente para restaurar la confianza de los ciudadanos en las instituciones democráticas y abordar las preocupaciones que llevaron a muchos a abstenerse de votar. En conclusión, esta contienda no solo redefinió el equilibrio de poder entre las organizaciones políticas, sino que también subrayó un creciente fenómeno de abstención que debe ser atendido con urgencia.