1. Nagua (Estanislao Peña)
En Nagua, a pesar de la falta de una biblioteca pública, la comunidad escolar y algunos centros de salud cuentan con bibliotecas. Además, existe un club literario, pero la motivación para la lectura sigue siendo insuficiente. Estanislao Peña, uno de los talleristas de la región, destacó que aunque hay una cultura de lectura, la motivación es aún escasa. Sin embargo, Peña ha logrado fomentar el interés en la literatura a través de un grupo virtual de escritores nacionales e internacionales, con más de 400 miembros. Este grupo funciona como un medio digital para incentivar tanto la lectura como la escritura en su comunidad natal.
Desafíos:
Necesidad de mayor motivación para la lectura.
Escasez de bibliotecas físicas y digitales en la comunidad.
2. San Pedro de Macorís (Juan Arredondo)
San Pedro de Macorís se distingue por la existencia de varios talleres literarios, como el Taller Domínguez Charro, la Coalición Literaria, y el Taller René Del Risco Bermúdez, entre otros. Además, la feria del libro, celebrada cada noviembre, ha sido un evento significativo para promover la literatura en la región. Sin embargo, a pesar de la presencia de una biblioteca municipal, la participación de los lectores es mínima. Juan Arredondo mencionó que los pocos lectores activos se reúnen principalmente los fines de semana y una vez al mes.
Además, Arredondo destacó la falta de apoyo estatal, tanto en recursos económicos como en políticas públicas, lo que limita la realización de actividades como la feria del libro.
Desafíos:
Participación mínima en la biblioteca municipal.
Falta de apoyo económico y político para los eventos literarios.
3. La Vega (William Acevedo)
En La Vega, se ha logrado consolidar el Club de Lectura Pedro Antonio Valdez, que actualmente cuenta con casi 200 miembros. También existen otros grupos digitales con más de 400 miembros, compuestos por historiadores, escritores y lectores. La Fundación Vagana para la Cultura ha jugado un papel importante en la promoción cultural, organizando talleres de literatura, danza, pintura, escultura, y más. Durante la pandemia, la fundación organizó más de 200 actividades digitales para fomentar la lectura.
A pesar de estos esfuerzos, William Acevedo mencionó que aún se requieren más incentivos para los jóvenes, así como una mayor promoción de las ventas de libros y el reconocimiento a los escritores locales.
Desafíos:
Necesidad de mayor promoción de libros y reconocimiento de los escritores nativos.
Insuficiente apoyo para los jóvenes en actividades literarias.
4. San Cristóbal (Daneirys Reyes)
San Cristóbal ha realizado diversos esfuerzos para incentivar la lectura, entre los que se incluyen talleres literarios en escuelas públicas y la realización de ferias del libro. Además, se celebran eventos culturales como los Premios Fredique y la Noche Bohemia, los cuales buscan resaltar la cultura local. Según Daneirys Reyes, en la comunidad se realizan reuniones semanales para leer textos propios y de otros autores, lo que contribuye a fortalecer la cultura literaria.
Desafíos:
Necesidad de mayor involucramiento de los jóvenes en las actividades literarias.
Continuar fortaleciendo los eventos culturales y la participación de la comunidad.
5. Elías Piña (Sandy Familia)
Elías Piña enfrenta importantes desafíos en términos de la promoción de la lectura. Aunque existen una Casa de la Cultura y una biblioteca pública, la participación de la comunidad es muy baja. Los talleres literarios suelen estar enfocados en adultos y, a pesar de la presencia de escritores destacados como Adrino Sánchez Roa, Pipito Lara y el historiador Rafael Egmido Caamaño, el interés por la lectura es limitado, especialmente entre los jóvenes. Sandy Familia destacó la necesidad urgente de incentivar la lectura en esta zona fronteriza, dado el escaso apoyo que reciben las iniciativas literarias.
Desafíos:
Participación mínima en talleres y bibliotecas.
Falta de incentivos para la lectura, especialmente entre los jóvenes.
Conclusiones
A lo largo de estas cinco provincias, se observa un panorama variado en cuanto al fomento de la lectura y la escritura. Aunque en todas las localidades existen iniciativas y talleres literarios, las principales dificultades incluyen la falta de recursos, la escasa participación de la comunidad y la necesidad de más apoyo estatal y económico. Los esfuerzos individuales, como los grupos virtuales y los talleres en escuelas, muestran un gran potencial, pero es fundamental que las autoridades locales y nacionales implementen políticas públicas que apoyen y fortalezcan estas iniciativas.
Recomendaciones:
1. Aumentar los recursos económicos destinados a la promoción de la lectura.
2. Ampliar la participación de los jóvenes en las actividades literarias.
3. Fortalecer la infraestructura cultural, incluyendo la creación de más bibliotecas y espacios de lectura.
4. Promover el reconocimiento de los escritores locales a través de eventos y ferias del libro.